Proyecto: La serenidad de la catástrofe
Desde hace algún tiempo desarrollo proyectos sin perder de vista la intención de trabajar con la gente, de compartir y hacer la obra entre todos. La producción artística es un aprendizaje continuo e infinito donde voy ensayando, me pongo a prueba y descubro. Cada plan tiene su abordaje, su técnica aprendida o por aprender. Me interesa de repente despojarme del conocimiento y no saber nada, como hablar una lengua inventada.
Fui a San Martín a buscar cenizas de un volcán para ensayar la imposibilidad poética de esculpirlas. Unos pocos meses atrás había estallado el Calbuco y quería encontrarme en el bosque con las huellas de lo más parecido a una catástrofe.
Sucedió que, desde que llegué a la residencia y hasta el último día en que me fui, llovió.
Busqué entonces otro modo de encontrarme con la erupción: habitar mis volcanes y descifrarlos.
La serenidad de la catástrofe consiste en las resultante material de una performance.
Es el abordaje simbólico de mis erupciones.
En esos días escribí en un cuaderno:
Voy a escribir bajo la lluvia todo lo que no me atrevo a escribir.
Escribir secretos y mojarlos con la lluvia.
Escribir agujeros
y mojarlos
con la lluvia,
para que se borren para siempre
y se deshagan,
como la montaña
dentro de la nube.
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