RESIDENCIAS
Manta propone y fomenta el intercambios de experiencias y la creación artística transversal.  Las residencias son un espacio de encuentro que va modificandosé con los años y las experiencias de las ediciones anteriores.
Las residencias se plantean como un lugar de encuentro entre creador+s ( cualquier persona afin , interesada, conmovida, preocupada por el arte)  duran entre 10 y 20 días , y generalmente son entre marzo y diciembre.
Algunas residencias están atravezadas por una tematica de investigación  o campo imaginativo, en otras hay  invitad+s que ofrecen seminarios, talleres , etc. Cada residencia tiene una modalidad y propuesta particular.
Realizamos residencias pautadas durante el año,  siempre ofrecemos una convocatoria abierta para l+s interesad+s que son compartidas y difundidas en nuestra web o en instagram.
Es abierta a personas de todas las nacionalidades sin restricción de edad. Artistas,  gestor+s, activistas, investigador+s, creador+s, colectivas, docentes, etc. 
                                                              
La residencia funciona en San Martín de los Andes, una ciudad sobre la costa del Lago Lácar, ubicada en el sudoeste de la Provincia de Neuquén dentro de la Cordillera de los Andes en la Patagonia Argentina. Se encuentra a 1.500 km de la Capital Federal, 400 km de la capital de la provincia y 280 km de la ciudad de Bariloche, Río Negro.

 

 

Modalidad de residencias
+ Residencias por convocatoria abierta
Modalidad Beca : realizadas por convocatoria abierta. Funcionan en forma de beca financiadas por los organizadores, instituciones, y/o empresas privadas.
Modalidad mixta: realizadas por convocatoria abierta, financiadas de manera mixta entre residentes y los organizadores.

 

+ Residencias por Solicitud
Residencia solicitada por lxs artistas interesadxs en hospedarse en la casa- taller con intenciones de producir, experimentar o brindar una actividad de formación, financiadas por lxs residentes.

 

+Condiciones generales :
-La casa puede hospedar hasta 4 personas, con dormitorios compartidos.
-La residencia será utilizada como lugar de descanso, trabajo y encuentro.
-Todas las actividades realizadas en el marco de la residencia son gestionadas por Manta: promoción, seguimiento y difusión de los procesos de residencia y asistencia técnica.
-Manta podrá acordar con los residentes alguna colaboración o intercambio.
-Las fechas de residencia se harán a partir de la disponibilidad de Manta.
Solicitar las bases a tallermanta@gmail.com

 

*Algunas referencias:

 

Claudia Del Río – Ikebana Política
Irse del hogar para ser uno más otros, con otros y llevar la vida que el lugar ofrece. Elegir algún block de papeles o no, alguna ropa, libros o no, un mp3 o no.
Cierta clase de representación (estoy pensando en términos de separación no de actuación: junto a otro y para otro) atraviesa las residencias. Lo cierto pareciera ser que esa representación titila, es intermitente, es que viene y va. Un laboratorio.
Las residencias ponen en cuestión la vida misma, es un teatro sin serlo, es un espectador actor sin serlo. Vida artificial. Es antigua la ambición de comunidad.
Pero las residencias tienen la inteligencia de no prometer la vida continua junta, son contratos de diez, catorce, treinta, cinetoveinte y más días.
Cuál queremos que sea la afectividad de las instituciones? ¿Son las residencias el colmo de la afectividad? Podría dar miedo de tan cerca que se produce todo. Si la política de las distancias es la regulación permanente de nuestro mundo con otros, en las residencias se pone en práctica de manera intensa.

 

Lucas Di Pascuale 
Una residencia es saber a nuestros pares. Trabajamos en una atmósfera constituida por maneras diversas de habitar el mundo. Un cruce que suele suceder también en diálogo con un contexto particular, nos salimos de nuestro propio territorio para habitar uno distinto, o quizás no tanto. Ocurre entonces un descubrir lo similar diferente en un espacio desconocido.
Una residencia nos invita a salirnos del cotidiano, nos invita a modificar nuestro ritmo de vida. Se trata siempre de una oportunidad para jerarquizar los tiempos de producción, no sólo por la amplitud del lugar que viene a ocupar nuestra práctica, sino –y sobre todo– porque aquello que hacemos está en un linde permanente con el hacer de nuestros pares.

 

Anibal Buede – Casa13
Para un artista latinoamericano, una residencia es una instancia de excepción, una grieta en nuestra emergencia cotidiana. Un espacio y tiempo donde (casi) todas las condiciones son perfectas para producir. La tentación es mayúscula, las consecuencias políticas también… para bien o para mal. Pienso en un artista/residente poroso, que se deja atravesar hasta por el más mínimo acontecimiento. Un artista que vuelve a su lugar de origen como “otro”. Regresar y desplegar esa experiencia… multiplicarla (¿no es así como se construyen las redes?).

 

Nuestro espacio

 

 

 RESIDENTES QUE PASARON POR MANTA

Encuentro de Sismógrafxs * Marie Bardet & Silvio Lang